viernes, 21 de octubre de 2011

Lo que no “dicen” los políticos en campaña

Por Patricio Barreiro y Micaela López Parma

No todo lo que decimos verbalmente es lo que pensamos o sentimos. Existe todo un espectro de emociones, juicios e intenciones que en la mayoría de los casos no se predican, sino que se expresan a través de nuestro lenguaje corporal o gestual. La doctora Mónica Cruppi, psicoanalista y escritora, experta en comunicación no verbal nos da una primera idea: “En los videos de propaganda política, nada está dejado al azar. Los candidatos transmiten distintos mensajes de varias maneras. La conducta pre verbal no es solo lo gestual, sino también lo actitudinal”.

¿Qué ves cuando me ves?

Pusimos bajo la lupa a cuatro candidatos a ocupar el sillón de Rivadavia y analizamos sus gestos en los actos de cierre y spots de campaña.

Hermes Binner: Primer gobernador socialista argentino en la provincia de Santa Fe, muestra la cara más sobria, más presentable, mesurada y menos voluble de los candidatos. Su estilo es clásico y formal. La doctora Cruppi nos ilustra: “El atril en el que da su discurso recuerda a la imagen de Cristina (Fernández), (Barak) Obama y (George) Bush y nos deja un mensaje: es un discurso ganador, el de un futuro presidente”, para luego agregar: “El video está filmado ante una multitud que ovaciona al líder, pero el discurso en sí no dice nada, son todas promesas de felicidad. Apunta al idealismo, un discurso de tipo mesiánico”. La experta alerta sobre un detalle: “Está muy tenso durante el discurso, particularmente se puede ver en sus hombros y en el puño
cerrado, al igual que su mano izquierda contra el escritorio que está rígida, lo que indica que está nervioso”.

Si buscamos en Google imágenes públicas del actual gobernador, en su mayoría, Binner está serio, reflexivo, grave, la expresión propia de un tipo que no se deja seducir por el poder político. La estrella azul utilizada en su campaña tampoco es azarosa, sino que “está relacionada con la China de los viejos sabios. Tiene que ver con el surgimiento de un cambio global, de conciencia, con valores que remiten al orden y al progreso”, indica Cruppi.

Ricardo Alfonsín: Por su parte, el candidato por la Unión para el Desarrollo Social e hijo del ex presidente radical Raúl Alfonsín, nos muestra en los videos dos estéticas y escenarios distintos: “Uno da una imagen de intelectual y de hombre sencillo del campo. Por otro lado, en sus discursos sus manos denotan ocultamiento, tiene una cerrada y un dedo índice señalando, con gestos de arrogancia. Los dedos entrelazados tienen que ver con la frustración y se nota un parpadeo involuntario que es gesto de inseguridad, nerviosismo”.

Alberto Rodriguez Saá: Un candidato que apunta a una estética diferente a las clásicas de Binner y Alfonsín es el gobernador puntano. Elige para sus campañas el fondo blanco, “un color que indica pureza y remite a una cuestión creativa y formal, lo cual también está presente en su vestimenta”, analiza Cruppi. Y agrega: “Su dedo índice que señala permanentemente significa que indica el camino. Sus brazos abiertos muestran extroversión, expansión”. La parte del video que muestra los bloopers de la filmación del spot, muestra la contracara del candidato: “Tensión, nerviosismo, cierta firmeza en sus manos y principalmente, rasgos de autoridad”.


Cristina Fernández: La actual presidenta de la Nación y candidata a la reelección difiere ostensiblemente en lo que muestra en sus spots. Cruppi argumenta: “Son imágenes posmodernas, de jóvenes. El significante en todo su recorrido son las palabras fuerza y alegría, apoyándose en lo que ha hecho, todas las imágenes que muestra son actos de su gobierno, a diferencia de los demás candidatos que se basan en promesas de felicidad”.






Dime como te vistes y te diré quién eres

Una disciplina que puede ayudar a entender qué nos dicen los políticos cuando no hablan es la sociología de la moda. Rodríguez Saá y Cristina Fernández son dos ejemplos muy interesantes por lo opuesto. El gobernador puntano utiliza saco blanco, algo a criterio de Cruppi como “típico del trópico”, que intenta dar una imagen de moderno, de progre. Por el contrario, la Presidenta utiliza el negro desde la muerte de su esposo y ex presidente Néstor Kirchner, que si bien tiene que ver con el luto, Cruppi sostiene que también “tiene que ver con la austeridad”.

El guardarropa de Hermes Binner, al igual que su andar y postura, tanto como sus ideas y su ascendencia política, no son otra cosa sino expresiones de su ser socialista. Invariablemente, usa dos colores de corbata: azul y roja, color privilegiado, porque le permite a través de un detalle leve pero elegante mostrar públicamente sus adscripciones partidarias. Sus trajes generalmente son azules y elegantes, siempre clásicos, y remata su estilo conservador generalmente con camisas blancas.

Alfonsín, por su parte es partidario del estilo campechano y discreto. Ricardo viste muy parecido a su padre e incluso lo copia en el corte de pelo y en el bigote. En general usa blazer azul marino, camisa abierta y sin corbata, un poco desprolija o arrugada, lo que enfatiza su perfil austero, ahorrador y racional.

El lenguaje corporal es una guía para entender algunas actitudes del otro que, en el común de los casos, no salen a la luz tan fácilmente. Es una forma de conocer más a las persona. Pero en el caso de los políticos hay que tener cuidado: su profesión los obliga a estar siempre en campaña, por lo cual no suelen ser espontáneos en públicos más allá de los actos y los spots. Habrá que seguir prestando atención a los pequeños detalles, y a la hora de votar, no olvidar que la política es el arte de lo posible y que el político prometerá hasta lo imposible con tal de alcanzar el poder.




El amor en los tiempos del odio

Por Noelia Montero, Mauro Gonzales y Mariano Gentile.

La tendencia a formar alianzas políticas en época de elecciones se volvió cada vez más frecuente. Los intereses de cada partido juegan un rol fundamental en un escenario donde no siempre el más grande se come al más chico.

A partir de 1989 los partidos políticos comenzaron a debilitarse y a sufrir una crisis de representación. En la evolución del sistema político nacional se empezaron a vislumbrar signos de transformación que expresaban la nueva tendencia: el desinterés ciudadano. La profundización de la crisis en las identidades políticas se reflejó en la falta de adhesión para con los partidos políticos tradicionales que se tradujo en la disminución de votos por parte de los habitantes.

Si bien los partidos más representativos mantienen su rol de protagonistas, el debilitamiento estuvo sujeto de manera directa con el hecho de que la actividad política no estaba necesariamente ligada a enfrentar alternativas antagónicas. Esto implicó que los viejos partidos ya no funcionaban y el motivo de que la gente no se sintiera identificada agudizaba la crisis de representatividad. A su vez, los partidos tradicionales sufrieron un fuerte desprestigio que favoreció el nacimiento de nuevos liderazgos, muchos de los cuales provenían desde fuera del aparato de estos.

El politólogo Juan Pablo Micozzi aseguró que “es imperioso buscar aliados para no caerse” y agregó: “Los partidos de mayor envergadura debieron inclinarse a reducir el campo de las diferencias y optar por un marco ideológico más amplio para poder captar un sector del electorado que les es ajeno”.

La otra cara de la moneda son los partidos chicos que, a través de las coaliciones, buscan fortalecerse, aumentar su escaso caudal de votos y además incrementar sus arcas. A sabiendas de que no va a tener un lugar central en la alianza, la consecuencia más significativa es que pasará a convertirse en una máquina al servicio del candidato estrella.

Un candidato que, según Micozzi, “reúne y potencia las capacidades representativas y confiere así unidad al cuerpo político”. Tal fue el caso de Carlos Menem cuando ganó las elecciones presidenciales en 1989 al mando del Frente Justicialista Popular.

También conocido como FREJUPO, la coalición estuvo integrada por: el Partido Justicialista (PJ), el Partido Demócrata Cristiano y el Partido Socialista Auténtico (PSA) entre otros. En esta ocasión el resultado fue óptimo y la confluencia de poderes les permitió obtener el 47,49 por ciento de los votos.

Distinto fue el caso de la dupla Cristina Fernández y Julio Cobos que estaba conformada por dos polos opuestos que, si bien en algún momento tuvieron intereses en común, las pequeñas diferencias generaron una ruptura irreparable entre ambos.

La modalidad de conformar alianzas es ambigua. La historia refleja que cualquier resultado es posible y no hay predicción que valga. Por tal motivo, los partidos tratan de poder combatir la ampliación de la brecha entre las propuestas políticas y las demandas de una sociedad que amenaza con la posibilidad de diluir la credibilidad en el sistema.

Pablo Moyano: “A los de La Cámpora en los setenta se los comían crudos”

Por Johanna Converti, Melisa Gómez y Fernando Casella

A días de las elecciones, el hijo del titular de la CGT y jefe de Camioneros analiza el rol del sindicalismo frente a un nuevo período del oficialismo. El distanciamiento con la presidenta y el papel de La Cámpora en la lucha por los cargos públicos.

Desde su oficina en el tercer piso del edificio del sindicato de Camioneros, en el barrio de Constitución, Pablo Moyano decide cada uno de los pasos del gremio más poderoso y temido de la Argentina. El 19 de septiembre fue reelegido Secretario Adjunto -número dos detrás de Hugo y líder, en los hechos, del gremio- con el apoyo de más de 70.000 trabajadores. En el estacionamiento del subsuelo, en la planta baja y en cada pasillo, las imágenes de Perón y Evita resumen buena parte de lo que hay que saber sobre la historia del movimiento obrero en el país. Pero en su despacho, donde el camionero en jefe pasa la mayor parte del tiempo, el cuadro más grande de todos es el de su padre.

PM: -Hugo Moyano es mi referente modelo –dice y mira la imagen colgada en la pared-; no hay nadie más con la capacidad, ni gremial ni política, de llenar la cancha de River o de Vélez, ni de meter 500 mil personas en la 9 de Julio. Por eso le inventaron lo de los campos, las cuentas en Suiza, el lavado de dinero y lo de la Triple A, porque se tira contra el poder, contra Clarín y las grandes empresas multinacionales.

- A finales de 2010, la presidente Cristina Fernández se reunió con algunos de los dueños de las empresas con las que ustedes siempre se enfrentaron.
- La presidenta tiene que reunirse con todos los sectores: empresarios, trabajadores e industriales, nadie le puede marcar la agenda. Siempre que no se reúna para sacar leyes en contra de los trabajadores como fue en el menemismo y en la Alianza. El día que asumió Cristina tuvimos un acto grande y Hugo Moyano dijo que ante cualquier medida que los trabajadores vean negativa, nosotros vamos a estar en la vereda de enfrente.

- Desde el 2003 la CGT nunca se opuso al Gobierno. No hizo ningún paro general ni cortes de ruta.
- Hay muchos que se confunden; nosotros, como Camioneros, nunca cortamos una ruta. Hay toda una campaña de los medios para desprestigiar al único que enfrentó al poder. Moyano apoyó la estatización de las AFJP, que fue uno de los mayores negocios que hicieron las privadas; apoyó la estatización de Aerolíneas; paramos Clarín cuando no quería aplicar el convenio de Camioneros a los choferes. Hoy por hoy no podés hacer la misma metodología de hace 10 o 15 años, la realidad del país es otra, la economía es otra.

- Pero muchas de las reivindicaciones que ustedes proponían, como la participación de las ganancias de las empresas o la elevación del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias finalmente no fueron tratadas por los legisladores del kirchnerismo.
- Nosotros vamos a seguir peleando por esas reivindicaciones. Ahora ya tenemos asegurado un premio anual por actividad que está entre 1500 y 3000 pesos. Estamos trabajando por una ley que establezca bonos adicionales que cada organización gremial, según su actividad, puede exigir a la empresa a fin de año. Además están las paritarias, que se firman de un año a otro, y que en nuestro caso se acordaron en el 24 por ciento. Tenemos diecisiete actividades de diversos ramas y todos los días les damos distintos adicionales. La reivindicación del salario siempre va existir; existió, existe y va a existir, porque los trabajadores siempre vamos a querer un poco más.

- ¿De qué manera afecta la inflación esas reivindicaciones?
- Sabemos que la inflación no es la que dice el Indec, pero tampoco el otro extremo que pretende la oposición, que todo es un caos. Aunque los números no estén claros, sabemos que hay un poco de inflación, pero por eso buscamos bonos que sirvan para equilibrarla.

- En el último tiempo hubo un distanciamiento entre el oficialismo y el sindicalismo. Ustedes desde el principio fueron muy leales con este gobierno, pero no siempre recibieron el mismo trato.
- Camioneros y Moyano fueron el sostén básico que tuvo el Gobierno en la peor época de la crisis del campo. A Moyano no lo llamaba cualquiera, lo llamaba el Pingüino. Creo que más lealtad que la que demostramos nosotros en ese momento no hubo. Pero esto es dinámico, un día sos Gardel y al otro día…

- En las primarias de agosto la Presidente ganó por amplia mayoría, y no necesitó del apoyo de la CGT para imponerse. ¿Eso representa un riesgo para ustedes?
- No, nada más hay que ver el poder que tiene este gremio. Hugo se bancó a los militares; en pleno menemismo teníamos a todos en contra y fue el gremio que más peleó y más marchas hizo en Plaza de Mayo, y todavía más con la Alianza. Los gobiernos pasan, las instituciones y los trabajadores quedan. Nosotros vamos a seguir peleando contra todos los gobiernos que estén en contra de los trabajadores. Por eso hoy somos uno de los gremios con mejores sueldos, los que más respetan: nosotros no nos callamos con nadie. Nosotros apoyamos este modelo, pero somos consecuentes, no obsecuentes.

- Y sin embargo hay nuevos actores que ganaron espacios de poder que reclamaba la CGT, como el caso de La Cámpora.
- La militancia de ahora es de twitter y facebook; a estos chicos en los 70 se los comían crudos. No tienen la militancia que tenemos nosotros. Facundo Moyano, por ejemplo, creó la juventud sindical, la juventud de todos los gremios, eso sí es estar en contacto con los trabajadores. Ellos siempre conocieron a un Moyano bueno; los jóvenes que están ahora, los de La Cámpora, siempre nos conocieron buenos, espero que nunca nos conozcan malos.

- ¿Qué va a pasar con el sindicalismo si ese escenario se profundiza y la presidenta le da prioridad a la gente de La Cámpora?
- Cristina va a estar cuatro años más y después el gobierno se va, pero los gremios quedan. Nosotros, esté Moyano o esté quien esté, vamos a seguir, y ellos van a pasar.

El poder de la calle, por Johanna Converti, Melisa Gómez y Fernando Casella
Duro por necesidad, por Johanna Converti, Melisa Gómez y Fernando Casella

Duro por necesidad

Por Johanna Converti, Melisa Gómez y Fernando Casella

“El trabajador es como la mujer: si a tu mujer no la llevás al cine, no le das de comer, no le das amor, se te va con otro –dice Pablo Moyano, el más duro de los camioneros-. Y al trabajador, si no le das una buena obra social, camping, hoteles o un buen salario, se te va a otro gremio. Todos tenemos las mismas herramientas para discutir libremente con los empresarios, y si otros muchachos no las utilizan no es culpa nuestra”

Pablo, 41 años, hijo de Hugo y hermano de Facundo, explica su rol en un juego que no tiene la mejor publicidad pero que, según él, es necesario jugar. “Dos o tres veces nos agarramos a piñas en una intendencia; estábamos la empresa que no nos quería pagar y el intendente, y terminamos todos a los sillazos”. Moyano dice que entonces los medios los llaman violentos y que los políticos los critican, pero es lo que tienen que hacer para defender los derechos de sus afiliados. “Mas allá de que los sueldos sean buenos, la gente prioriza la dignidad, el trato; en otros gremios te forrean, te maltratan, y la gente a veces prefiere ganar un manguito menos y tener dignidad”.

Cuando habla, insiste en la necesidad de estar ahí, junto a los trabajadores. Dice que ese es el gran problema de los políticos, que encerrados en sus oficinas, se olvidaron de escuchar a la gente. “Nosotros tenemos casi 900 delegados de base, y ellos son la mejor prensa: están ahí, con la gente, en los barrios, con los vecinos, y ese boca en boca es lo mejor”.

Después contesta sobre el poder, el hecho de ser hijo de y la posibilidad de ocupar los lugares de toma de decisiones. De la aparente continuidad natural que hay entre bloquear una empresa o aparecer en todos los medios del país en una escena violenta, y aspirar a los ámbitos de mayor dominación. Y es un ejercicio diferente imaginar, aunque sea por un rato, que uno de los tipos más duros del país tiene que serlo casi por necesidad. “El mayor orgullo es otro, es cuando firmás un acuerdo para que reincorporen trabajadores despedidos, cuando se les consigue una indemnización o la continuidad laboral. Cuando camino por la calle, voy a un club, siempre con mis nenes, y la gente te saluda, el laburante te saluda, cuando camino por ahí y veo un barrendero con el gorrito de camioneros”.

El poder de la calle

Por Johanna Converti, Melisa Gómez y Fernando Casella

En 1995 Pablo Moyano dio su primer paso en el Sindicato de Camioneros como delegado y en 1997 fue elegido vocal. En septiembre de este año se presentó junto con su padre para ocupar los dos cargos más importantes del gremio, y desde entonces es Secretario General Adjunto. Pero más que los sillones sindicales, Pablo Moyano forjó su poder a partir de la acción directa en la calle.

6 de julio de 1994: formó parte de La Marcha Federal, una movilización que contó con más veinte colectivos hacia la Plaza de Mayo en plena etapa menemista. Fue la primera de una larga serie de protestas en los noventa.

8 de agosto de 1996: paro y movilización contra el gobierno de Carlos Menem, en reclamo por la decisión de reducir las asignaciones familiares y la eliminación de los beneficios impositivos para los pagos con tickets canasta. Exigían la “defensa de los más necesitados”.
31 de mayo de 2000: movilización de 80.000 personas al Obelisco en rechazo a la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que había llegado al país para monitorear las cuentas fiscales. Según medios de noticias españoles, fue la movilización más multitudinaria contra el FMI registrada hasta la fecha.

3 de marzo de 2005: 1.300 choferes bloquearon el centro de distribución de Coto en protesta por el despido de siete trabajadores. En medio de la negociación en el marco de la conciliación obligatoria dictada por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, la justicia ordenó desalojar el bloqueo y los miembros de Camioneros fueron reprimidos.

11 de julio de 2010: Camioneros, liderados por Pablo Moyano, decidieron una huelga nacional de la distribución de bebidas y gaseosas y el bloqueo de plantas, fábricas y distribuidoras de Quilmes y Pepsi-Cola, en reclamo por el pago de los salarios, premios y el medio aguinaldo.

26 de marzo de 2011: 30 manifestantes bloquearon durante doce horas la planta de impresión de los diarios Clarín, La Nación y otros de menor circulación. Si bien Camioneros buscó distanciarse de las acusaciones, la vestimenta de algunos de ellos los relacionó al bloqueo, que fue el más importante de una serie de otros similares.

La oposición, tras el premio consuelo

Por Mauro Fernandes, Florencia Murphy y Yamile Valentukonis

A partir del contundente resultado de las internas, los candidatos de la oposición depositaron sus esperanzas cada vez más en la categoría legislativa en lugar de pelear por la presidencia. ¿Cómo influirá esto en el escenario político después del 23 de octubre? Las opiniones de Alcira Argumedo, de Proyecto Sur, Claudio Lozano, del Frente Amplio Progresista y Martín D'Alessandro, Doctor en Ciencias Políticas.

Con una competencia presidencial que consideran definida a favor de la fórmula Cristina Fernández-Amado Boudou, los bloques integrantes de la oposición luchan por pequeñas cosas. El candidato a diputado nacional del Frente Amplio Progresista (FAP) por la Ciudad de Buenos Aires, Claudio Lozano, considera que “las elecciones primarias cambiaron la situación política del país”: “Se alentó una propuesta nueva, que es la del FAP, la única fuerza de oposición que ha venido creciendo desde el 14 de agosto en adelante”, afirma. Y agrega, a modo de pronóstico: “El gobierno es fuerte en el debate entre el presente y el pasado. En el debate entre el presente y el futuro, en cambio, es muy débil -concluyó el economista- Creo que el 23 de octubre se va a consolidar una fuerza progresista en todo el país y, de allí en adelante, se va dar una discusión sobre cómo gobernar la Argentina en mejores términos de lo que se dio hasta ahora.”

En este sentido, Lozano asegura que el mayor cambio reside en el hecho de haber corrido el eje del debate político: “Hasta este momento, el oficialismo había logrado plantear un dispositivo de discusión donde se confrontaba el Gobierno versus una oposición de signo conservador, ligada a las experiencias de los ’90 o a la salida traumática de la convertibilidad. El pueblo argentino, en las primarias, votó diciendo con toda claridad que entre el presente y el pasado, mantiene al presente”.

Por su parte, el Doctor en Ciencias Políticas, Martín D'Alessandro -quien es, además, director del proyecto UBACyT “Liderazgo presidencial y política partidaria en Argentina: nación y provincias (1983-2007)”-, entiende que “como una suerte de manotazo de ahogado, la oposición ha intentado que esta crisis importante en la categoría presidencial no se traslade a las elecciones legislativas, sin que esto haya significado una estrategia demasiado sofisticada”.

A diferencia de otros momentos históricos, D'Alessandro cree que en esta oportunidad “la oposición está muy fragmentada, dividida y débil”. Esta fue una de las causas, según explica, que contribuyó al abultado resultado que obtuvo la Presidenta en las primarias. Además, observa que “algunas fuerzas políticas que en principio podrían identificarse como afines, tales como la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista y la Coalición Cívica, lejos de ir juntos en una elección o de haber prolongado una alianza que les dio el éxito en las elecciones legislativas del 28 de junio de 2009, lo que hicieron es recrudecer sus disputas internas con acusaciones que generan una situación de mayor desilusión en gran parte del electorado”. Y, en su opinión, lo mismo se puede decir del peronismo disidente: “Duhalde y Rodríguez Saá, quienes se esperaba que fueran conjuntamente, para disputarle al kirchnerismo el poder dentro del peronismo, terminaron perdiendo, por cuestiones internas, votos que podrían haber cosechado”.

La diputada nacional y ex candidata presidencial por Proyecto Sur, Alcira Argumedo, explica esta situación en términos de “una gran crisis de representatividad de los partidos políticos”. Y, en este sentido, agrega: “Efectivamente, no se logró crear un polo de oposición como en otros momentos podría haber articulado la Alianza, pero lo que aparece en todos los casos es una clase política con fuertes dificultades para plantarse como una opción”.

En cuanto a los posibles escenarios después de las elecciones de este domingo, Argumedo -que, a su vez, es socióloga y docente- arriesga: “Creo que habrá un proceso de reconstitución de las fuerzas políticas alrededor de proyectos más contundentes y lineamientos alternativos más legítimos, aunque no sea necesariamente en lo inmediato.” Por ahora, considera que “seguramente se puede llegar a volver a un parlamento bastante controlado por el kirchnerismo, pero en un tiempo la situación del país va a ser crítica y este gobierno no va a tener respuestas”.

Gremialistas puntanos vs. Alberto Rodríguez Saá

Los sindicalistas de San Luis aseguran que la situación en materia de sanidad y educación de la provincia es altamente criticable. Tras más de 27 años de gobierno, la familia Rodríguez Saá se ocupó de destruir a los gremios y les quitó a los trabajadores dependientes del Estado la posibilidad de reclamar por sus derechos.

Por Agustina Rodríguez, Juan Vidoni y Mauricio Pedrat
Los problemas sociales que Argentina viene arrastrando hace décadas requieren, sin lugar a dudas, soluciones a largo plazo. En la pelea presidencial, el candidato Alberto Rodríguez Saá promete poner al país en la misma situación de su provincia, San Luis. Pero la realidad que muestran los dirigentes sindicales puntanos es muy diferente al WiFi en todo el territorio, 5.000 kilómetros de autopistas o viviendas sociales a 90 pesos por mes.

El secretario sindical docente de la Unión de Trabajadores de Educación Pública de San Luis (UTEP), Carlos Rojas, aseguró que su provincia no está tan bien como reza el spot publicitario del candidato: “Es bueno aclarar el tema del empleo. Fundamentalmente son todos empleados sociales -los que logran los números de desocupación tan bajos- los famosos ‘pico y pala’, que cobran 700 pesos por mes por hacer trabajos de cualquier rubro”, cuenta luego de señalar los índices laborales puntamos como una clara “falsa ocupación”. En tono similar a Rojas, la médica pública y dirigente gremial Ana Lia Trifiró se refirió al manejo de los hospitales y personal de la sanidad, dijo que “en la provincia, un médico público con 48 horas semanales de trabajo y bloqueo de título –que le impide al profesional ejercer fuera del hospital que lo contrató- está cobrando 7.500 pesos, cuando en el resto del país ganan el doble”.

En la misma línea, Rojas explicó cómo el gobierno de San Luis utiliza los planes para dominar al movimiento de trabajadores de diversos sectores: “Quebraron la existencia de los sindicatos de empleados municipales con gente de los planes sociales en el municipio, ahora lo están insertando en los comercios y con eso debilitan a los compañeros de Empleados de Comercio. Incluso lo han intentado en las escuelas, pero nosotros tuvimos un conflicto muy grande en 2004 y pudimos resistir. Son alrededor de 30 mil personas las que están viviendo en esas condiciones”, contó. Además, pronosticó: “En San Luis hoy tenemos dos grandes fábricas que en cualquier momento se van. Si dejan la provincia, como han hecho muchas otras, quedan dos mil personas sin empleo.

Ahí vamos a tener un problema de desocupación muy grande”. Trifiró se sumó al tema y, además de coincidir con los dichos del secretario de UTEP, agregó que, al contrario de lo que dice Rodríguez Saá, “hay muchísimas villas miseria en la provincia, y más gente aún que vive en pésimas condiciones”.

En materia de educación, Rojas aseguró que el ejecutivo provincial, en connivencia con su mayoría absoluta en el poder legislativo -43 Diputados de un total de 47 y la totalidad del Senado provincial- intenta sistemáticamente precarizar las condiciones laborales de los docentes. “Los maestros cobran parte del sueldo en sumas no remunerativas ni bonificables, es algo parecido al incentivo docente y asciende a casi mil pesos. Eso significa que a la hora de percibir el aguinaldo, sólo se calcula lo que se gana en blanco, que son monedas. Tampoco aporta a ninguna caja de jubilaciones ni obra social.”, señaló y denunció que “los gobiernos de los Rodríguez Saá durante 27 años destruyeron a todos los gremios que se le opusieron, pudieron hasta con la propia CGT”.

Por otra parte, el dirigente gremial contó la forma en que se manejan los planes de estudio y condiciones laborales en algunas escuelas: “En San Luis existen colegios autogestionados. Son docentes cuyos contratos ni siquiera se ajustan a la ley del contrato de trabajo. Es una cuestión tan rebuscada, tan armada en el marco de la flexibilidad laboral -de los ’90- que le quitaron a esa gente todos sus derechos como trabajadores. No tienen posibilidades de reacción ante las injusticias”. La doctora Trifió, en este sentido, destacó “la inconstitucionalidad de los contratos de la medicina pública” y tildó al sistema de salud de “esclavista”. “Para trabajar, tenés que firmar un contrato con una carga horaria de 48 horas a la semana como mínimo, el máximo no lo aclara, y también asumir que todos los días y horas son hábiles”.

El ejecutivo provincial, también, intenta introducir un nuevo método de enseñanza: “El nuevo sistema consiste en tener la cantidad mínima de docentes por área (matemática, lengua, ciencias sociales, ciencias naturales, educación física y plásticas) y las clases se dan a través de un software con las computadoras. De hecho, los chicos asisten sólo dos veces por semana a un edificio cerca de Casa de Gobierno. Esos trabajadores tienen contratos renovables cada dos meses. Es decir que si no reclamás, seguís. Si reclamás, no. Es preocupante”, concluyó. Algo parecido sucede con los médicos: “Los contratos se renuevan de manera trimestral, y si das un mínimo motivo te puede echar. Ya ha pasado, y hasta nos han retenido el sueldo en los bancos a los que integramos la comisión directiva del sindicato de salud”, denunció Trifiró.

En lo que a títulos de grado se refiere, Rojas contó que la Universidad de la Punta sólo ofrece diplomas con validez provincial. Es decir que si un alumno intenta hacer valer su egreso de cualquier carrera corta fuera de San Luis, no puede.

El secretario de UTEP también hizo referencia a la publicidad electoral del candidato a presidente Alberto Rodríguez Saá: “Han utilizado de manera muy marketinera el tema de la construcción de escuelas, cuando la verdad es que la mayoría fueron construidas por el Gobierno Nacional”, contó, y al ser consultado sobre el WiFi en toda la provincia dijo: “El sistema suena muy bien, pero la mayoría de la gente sigue pagando a la empresa prestadora del cable que también vende Internet porque el resultado final del WiFi es ineficiente por las condiciones climáticas. San Luis es una provincia donde suele haber mucho viento, y en esos momentos olvidate del WiFi”.

En relación al plan de viviendas a 90 pesos, Rojas y Trifiró coincidieron al calificar a las construcciones de “viviendas precarias”, y el educador señaló que “son fundamentalmente de paneles prefabricados de Durlok con una capa de tergopol en el medio. No tienen ladrillos y por seguridad la gente debe rehacer las cañerías de gas y electricidad. Además de que muchas vienen sin más que un piso de cemento alisado y la terminación interna es un embolsado, nada más”.

Para concluir la entrevista, Rojas quiso dejar un dato importante: “Hay miles de kilómetros de autopistas, si. Pero hay una sola librería en la capital, una muy chica en Villa Mercedes y otra igual en Merlo. Es decir que, con toda la buena voluntad, son tres librerías para 400 mil personas” y Trifiró agregó: “El problema es que la obra pública está mal manejada. Nosotros estamos contentos con lo que se hace, pero se le da prioridad a lo que no la tiene”. Esto lleva a pensar que en una provincia en la que no se le presta atención a la salud ni la cultura, menos lo hará en áreas tan importantes para el desarrollo y futuro de un país, como lo es el la educación y el trabajo.