viernes, 21 de octubre de 2011

La oposición, tras el premio consuelo

Por Mauro Fernandes, Florencia Murphy y Yamile Valentukonis

A partir del contundente resultado de las internas, los candidatos de la oposición depositaron sus esperanzas cada vez más en la categoría legislativa en lugar de pelear por la presidencia. ¿Cómo influirá esto en el escenario político después del 23 de octubre? Las opiniones de Alcira Argumedo, de Proyecto Sur, Claudio Lozano, del Frente Amplio Progresista y Martín D'Alessandro, Doctor en Ciencias Políticas.

Con una competencia presidencial que consideran definida a favor de la fórmula Cristina Fernández-Amado Boudou, los bloques integrantes de la oposición luchan por pequeñas cosas. El candidato a diputado nacional del Frente Amplio Progresista (FAP) por la Ciudad de Buenos Aires, Claudio Lozano, considera que “las elecciones primarias cambiaron la situación política del país”: “Se alentó una propuesta nueva, que es la del FAP, la única fuerza de oposición que ha venido creciendo desde el 14 de agosto en adelante”, afirma. Y agrega, a modo de pronóstico: “El gobierno es fuerte en el debate entre el presente y el pasado. En el debate entre el presente y el futuro, en cambio, es muy débil -concluyó el economista- Creo que el 23 de octubre se va a consolidar una fuerza progresista en todo el país y, de allí en adelante, se va dar una discusión sobre cómo gobernar la Argentina en mejores términos de lo que se dio hasta ahora.”

En este sentido, Lozano asegura que el mayor cambio reside en el hecho de haber corrido el eje del debate político: “Hasta este momento, el oficialismo había logrado plantear un dispositivo de discusión donde se confrontaba el Gobierno versus una oposición de signo conservador, ligada a las experiencias de los ’90 o a la salida traumática de la convertibilidad. El pueblo argentino, en las primarias, votó diciendo con toda claridad que entre el presente y el pasado, mantiene al presente”.

Por su parte, el Doctor en Ciencias Políticas, Martín D'Alessandro -quien es, además, director del proyecto UBACyT “Liderazgo presidencial y política partidaria en Argentina: nación y provincias (1983-2007)”-, entiende que “como una suerte de manotazo de ahogado, la oposición ha intentado que esta crisis importante en la categoría presidencial no se traslade a las elecciones legislativas, sin que esto haya significado una estrategia demasiado sofisticada”.

A diferencia de otros momentos históricos, D'Alessandro cree que en esta oportunidad “la oposición está muy fragmentada, dividida y débil”. Esta fue una de las causas, según explica, que contribuyó al abultado resultado que obtuvo la Presidenta en las primarias. Además, observa que “algunas fuerzas políticas que en principio podrían identificarse como afines, tales como la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista y la Coalición Cívica, lejos de ir juntos en una elección o de haber prolongado una alianza que les dio el éxito en las elecciones legislativas del 28 de junio de 2009, lo que hicieron es recrudecer sus disputas internas con acusaciones que generan una situación de mayor desilusión en gran parte del electorado”. Y, en su opinión, lo mismo se puede decir del peronismo disidente: “Duhalde y Rodríguez Saá, quienes se esperaba que fueran conjuntamente, para disputarle al kirchnerismo el poder dentro del peronismo, terminaron perdiendo, por cuestiones internas, votos que podrían haber cosechado”.

La diputada nacional y ex candidata presidencial por Proyecto Sur, Alcira Argumedo, explica esta situación en términos de “una gran crisis de representatividad de los partidos políticos”. Y, en este sentido, agrega: “Efectivamente, no se logró crear un polo de oposición como en otros momentos podría haber articulado la Alianza, pero lo que aparece en todos los casos es una clase política con fuertes dificultades para plantarse como una opción”.

En cuanto a los posibles escenarios después de las elecciones de este domingo, Argumedo -que, a su vez, es socióloga y docente- arriesga: “Creo que habrá un proceso de reconstitución de las fuerzas políticas alrededor de proyectos más contundentes y lineamientos alternativos más legítimos, aunque no sea necesariamente en lo inmediato.” Por ahora, considera que “seguramente se puede llegar a volver a un parlamento bastante controlado por el kirchnerismo, pero en un tiempo la situación del país va a ser crítica y este gobierno no va a tener respuestas”.

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